domingo, 8 de marzo de 2009

El tiempo y las ciudades




Aquello que buscaba era siempre algo que estaba delante de él, y aunque
se tratara del pasado era un pasado que cambiaba a medida que él avanzaba en su viaje, porque el pasado del viajero cambia según el itinerario cumplido, no digamos ya el pasado próximo al que cada día que pasa añade un día, sino el pasado más remoto. Al llegar a cada nueva ciudad el viajero encuentra un pasado suyo que ya no sabía que tenia: la extrañeza de lo que no eres o no posees más te espera al paso en los lugares extraños y no poseídos.

Italo Calvino, Las ciudades invisibles

1 comentario:

problemática histórica dijo...

entonces...miré por la ventana y me acabo de deprimir.