En mi trabajo, las citas son como salteadores de caminos que irrumpen armados y despojan de su convicción al ocioso paseante.
Walter Benjamin, Dirección única
Quiero llorar porque me da la gana,
como lloran los niños del último banco,
porque yo no soy un hombre ni un poeta ni una hoja,
pero sí un pulso herido que ronda las cosas del otro lado.
Federico García Lorca, Poeta en Nueva York
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